Cada sitio tiene sus reglas y en cada espacio hay lugar. No se corresponden, se extrañan y añoran su presencia, pero se disfrutan a ellos mismos en forma de flor, de agua, de nieve o de viento.
Son amores de meses, fuertes como la luz, e intensos como lo oscuro de las tardes. Son cortos y largos, porque son ciclos completos, que completan la temporada de soles, de 122 soles.
Hoy se juntan el invierno y el verano, porque los junto yo, porque en mi se cruzan. Elijo traer el calor de las bufandas y el frío de las despedidas, robando todo lo cálido de algún abrazo.
Se fusionan, y al hacerlo logran viajarme a un espacio atemporal, de temporales y tormentas de horas, de lugares y de momentos. Una mezcla de cosas que vivo y otras que recuerdo.
Hoy termina. Hoy empieza. Hoy se mezcla y yo, inmersa en el remolino de mis días, cierro los ojos y recibo la caricia del viento.
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