X de EXcusa

Caminaba a encontrarme con Gina y no sé porque hice un click. Me acordé.
Si me hubiese acordado mientras hablaba con él, de todas formas no le hubiera dicho nada, pero no sé por qué hoy me acordé.

Él me contaba de sus planes y deseos, y de los de ella, tan distintos a los de él.
Él se sentía tan igual a un agosto que hasta me aburría leerlo y releerlo.
Su angustia era real y antigua, una angustia que lo había acompañado en cada mano que había agarrado antes; y de todas formas, yo no quería más que despertarlo y hacerlo reaccionar.
Hoy pensé que alguna vez esa mano fui yo. No con él posiblemente, pero fui yo.
Las razones fueron otras y fueron las mismas; los porques algo similares y la situación tan diferente que no dejaba de parecerse.
Hoy pensé que no hay razones, ni situaciones, ni porques que expliquen nada. No busco la razón, sólo examino el momento; sólo lo vivo y lo recuerdo para que viva siempre en mi y entender que lo de ayer me hizo viajar hasta este hoy.
No tiene mayor sentido que el que siento en la piel hoy, y no hace más chico al de ayer, sólo más lejano y algo distinto.
Mis letras no cargan melancolía; tal vez alguna que otra expresión de lástima en sus rostros. Pero la lástima es de ellas, o era mía y ya no más.
Mis verdaderas letras mías, cargan verdades y una historia que la cuente la piel o las manos, pasó y pasó.

El caballero de la noche y yo, no tenemos memoria (o no quisiera tener tampoco)

Voy a empezar este post sabiendo que soy dura y rotunda, y que trataré de rescatar puntos a favor, a pesar de saber que me será complicado.

Batman es Batman, lo que lo separa del resto, aún de Iron-man que logró conquistar mis sentidos hace algunas semanas.
Batman es Batman y a eso iba yo, a verlo a él, su oscuridad, su dureza y su “eso” que lo hace Batman.
Teniendo en cuenta las anteriores y sin tener en cuenta ninguna, fuertes sensaciones me invadieron en la sala, las cuales nada tienen que ver con emoción, pasión e intriga; más bien con sorpresa (no de la grata precisamente), confusión y falta de entendimiento.
Era una historia fabulosa y grande, historia que necesitaba explicaciones y tiempos, historia que no logró más que exponer bullets que se perdieron en geniales actuaciones, mediocres actuaciones y falta de actuación(¿?).

El Joker. El Joker se merece un párrafo aparte, y así será.
Caracterización como pocas, una capacidad de mutar casi camaleónicamente, maquillaje, historia y no historia, que realmente se merece una peli propia.
Ahora, sacaré de mi lo que tengo dando vueltas, y me cago en todo y me animo a decirlo: ¿Será que la tristeza de saberlo muerto colaboró a mi sensación? ¿Será que su actuación fue sobrevalorada por eso?.
En fin, no tengo ni tendré respuestas, tonses, bien por él que logró generar lo que ninguno más en la peli.

Siguiendo con los personajes y separándolos del Guasón, no me alcanzaron los dedos para contarlos. Tantos que hasta Batman se perdía entre ellos cada tanto.
La minita bien, 2faces interesante (cuando se quemó la mitad de la cara, porque pa’ BradPitts, nos alcanza con 1), Alfred….ehhhh…., y Gary Oldman… creo que hasta a él mismo le dolió su papel.
AH! Y falta Batman! Porque claro! La peli era de Batman! Bue, menos mal que el afiche lo decía, porque sino, hasta me olvidaba de “ese” papel secundario.

Además de los 3 finales que tuvo, de las historias empezadas y dejadas en el tintero, además del faso que se fumó el director para editar la peli, quiero no olvidarme de la violencia. Qué horror. Y ojo, la violencia es copada siempre y cuando sea necesaria (cinematográficamente hablando). De verdad, así lo veo, pero en este caso, hasta me tapé los ojos! Ahhhhh, ya sé, seguro Batman se calentó que ni pintó en el film y a romper todo.
((otra cosa que no debería influir pero… será que “saber” que es un posible golpeador de madres y hermanas, me lo tiró más abajo???)).

Resumiendo, voy a copiar lo que acabo de escribir creo, porque no quiero resumir, quiero dejar escritas todas y cada una de las frases y expresiones que arriba existen.
Lástima, porque le tenía ganas. Perdón para los que no compartan, están en todo su derecho de cerrar la ventana.
Y algo más, le dedico esta nota a esa pelotuda que iba conmigo a las clases de cine y que le jodía que dijeras “peli”.
Yo digo peli y me encanta, OK?!

Cuadra

El cielo se abría para ponerse rosado y dejarse llover. No parecía, pero sí pasó.
Las dudas eran otras, y sin embargo recorrían las mismas calles.
Se veía igual. La luz era otra, pero no se notaba la diferencia.
Besos al pasar, abrazos desde lejos y cerca, y las calles, siempre las mismas.
No parecía, pero sí pasó; y si cuadra.

No se dice “mande”, se dice “qué” - Publicado por Artemio Estrella en Diciembre 28, 2006

En algunas regiones de México, se acostumbra que los niños contesten al llamado de un adulto con un “mande” o “mande usted”. Mis padres nunca me educaron para responder “mande” ante su llamado, así que un simple y llano “qué” era más que suficiente.

Siendo aún un niño, fui a visitar a mis abuelos en la Ciudad de México (nací y he vivido en Monterrey desde siempre) y fue con mis abuelos donde recibí mi primer corrección de cómo –según ellos– se le debe contestar a un adulto: no se dice “qué”, se dice “mande“.

Quiero pensar que ésta manera “correcta” de contestar, tiene su origen en la época de la colonia española en México, cuando algunos indígenas contestaban al llamado de cualquier español con un “lo que asté mande patroncito”.

Traigo a colación este tema, porque hace algún tiempo a mi hijo lo regañó su maestra por responder con un “qué” en lugar de con un “mande”. Cuando mi hijo llegó a casa y nos contó lo sucedido a mi esposa y a mí, inmediatamente le aclaré a mi hijo que él no estaba contestando incorrectamente, sino que su maestra simplemente creía que esa era una forma mal educada de contestar. Le expliqué que contestar con un “qué” era totalmente correcto; y le sugerí que le aclarara a su maestra, que yo le conté que no se dice “mande”, se dice “qué”.

Cuando mi hijo me pidió explicación del por qué no se debe decir “mande”, le dije que la gente no debe quedar a disposición de lo que mande otra persona; responder con un “qué”, da la oportunidad de analizar qué es lo que desea la persona que nos ha llamado y decidir –de acuerdo a principios y valores– si ejecutamos su solicitud o no. Mi hijo al siguiente día le explicó a su maestra la situación y la maestra no hizo más que respetar con un “si tu papá cree que eso es correcto, pues entonces está bien”.

Talvez parezca algo de poca importancia, para mí no lo es; pues creo que principalmente a los niños se les debe enseñar que tienen poder de decisión sobre si mismos y no que otras personas pueden disponer sobre ellos.

El punto focal es: ¿quién puede garantizarle a un niño, que no corre peligro al ponerse a disposición de un adulto?

La respuesta es “nadie” y por eso es mejor decir “qué” en lugar de un “mande usted”.

¿Dónde está Wall.E?

Sin ser cursi (o tratando de no serlo) y sin hablar (o escribir) acerca de otras cosas que en estos días hablaré (o escribiré), voy a declarar que admiro a Wall.E.
Ya lo venía pensando, pero cosas como bolsas de nylon, basura, electricidad, bicis, autos y agua, me están dando ganas de ser una mejor persona.
Es un cambio de cabeza, un “restart” de MI sistema operativo, que ahí veremos cómo.
Toy dura para escribir hoy. Seguiré pensando mientras.
Y también mientras, aprovechando a mamut y su sopita de verduras, con todo lo que eso significa.

Odio

Odio depender y la reconchademihermana.