24.5.09

Hoy vi a Mr. Bean

Tal vez si o tal vez no, pero la posibilidad de “esos” encuentros como los de hoy, hacen que me lo crea.

En el claroscuro del asfalto dibujé el domingo desde temprano. Planeé entre frutillas y agua de color rojo, y escuché en silencio el ruido de la biciCleta.
Mis ojos lo vieron; fuera de foco, pero ahí estuvieron, al igual que yo, recorriendo ideas.

Las sensaciones cambian y me cambian. Las cosas se acomodan.
No deja de sorprenderme cómo algunas cosas salen tan fáciles y otras cuestan tanto. A veces soy yo, pero otras muchas, ellas mismas no se dejan ir.



Vuelvo a sorprenderme. Después de 2 años, escucho campanas.
Amo esta luz. Creo que es la que me está haciendo escribir.

Aún no se siente el lunes, me gusta cuando eso pasa.
Me voy a contar sonidos.

“La nostalgia ya no es lo que era”.
;)

23.5.09

Ojos que no ven, corazón que no siente

Y ni siquiera, pero aparentemente la miopía era más, y el astigmatismo menos, y me lo indica el 200% del Word.

Pero bueno, veo que salió el sol re lindo hoy a la mañana, veo el vaso de Coca Light, veo los números y las letras para llamarte, veo los ochentas en la tele y veo que llegó el finde.

Si siento entón, y el enojo (los 2 enojos) se van de a poco; los dejo ir.
Chau. Te fuiste.

22.5.09

On/Off

Son como palanquitas.
“Switches” dicen en Méx.
Pero no es el punto, acá o allá a mi me hacen lo mismo.

¿Los impulsos los genera el viento, los genera la fiebre, los genera el chocolate, o los genero yo?
A veces me miro como de frente y me siento una tremenda pelotuda que sigue siendo la misma tremenda pelotuda de siempre. Pero eso no pasa todos los días. Más bien pasa cuando todo lo que está alrededor de la calesita se ve de los colores más lindos, y encima, no me marea.
Entonces, cuando el momento es el perfecto (o no), cuando todos los días sale el sol (o no) y cuando me miro al espejo y digo “wow” (o no), es cuando me “empujan” desde la parte alta de la espalda y sin ejercer la mínima resistencia, camino un paso más del que creía (y no necesariamente yendo para adelante).

No me estoy leyendo, pero me suena a que mis letras saben a grises. Es loco, porque no es eso lo que siento cuando escribo, y menos es eso lo que siento hoy.
Tiene que ver más con la adrenalina, con las horas que no alcanzan (cosa que amo y odio a la vez), con las sonrisas que dicen que me caracterizan, con los buenos chistes, con los alfajores havannas que todos son el último, y con miradas que no siempre miran, pero siempre sabés ahí están, yendo y viniendo.

A veces estoy segura de que las conexiones se hacen solitas, ellas a ellas; porque claro que traté de forzarlas, pero no hay con qué darles.
Otras veces pienso que aunque queramos desconectar no se puede, y otra vez el “machaque craneal”. Cuando quisiera conectar no sale. Cuando quisiera desconectar, no se puede.
A veces pienso que yo soy así, a veces estoy segura de que no y cada tanto creo que me olvido de quien soy, o me hago la que.

¿A los 30 se va o qué?
¿Alguna vez me gustará tanto el café como para tomarlo a la mañana?
¿Tanto cambiaron mis gustos que hoy no puedo darme cuenta de que tuve otros y los nuevos se sienten de siempre?
¿Alguna vez voy a responder la eterna pregunta constante?
Guess not.

Muero por conocer a Drexler. Tal vez varias de estas se aclaren con su presencia. Supongo que no (jajajajaj).

Qué suerte que aprendí a hablarme y decirme, a través de letras con varias tipografías, que esa debo ser yo.

17.5.09


Si. Los domingos te ponen a pensar, es un hecho. Pa´rriba o pa´bajo, pero te sientan y ahí arrancan.

Creo que las noches largas me están poniendo más pensativa, o tal vez es la licuadora de ideas que tengo en la cabeza.
Estoy leyendo tantas citas vocales que puedo llenar un libro en blanco, que traducido a mi idioma describiría perfectamente mis días.

Hoy, entre magia y truco, dije algo que ya sabía; pero lo dije.
Es vida nueva, es historia reciente, y claro que es una oportunidad. El tema es que a la hora de querer ver el principio es cuando se necesita el skype.
Nada grave. Todo cierto.

Estoy de acuerdo. Hay que mirarse más a los ojos y darse más abrazos, porque eso también lo creo yo.
Me escucho y me es raro. Cotidiano y raro.
Sirve.

Me gustó mi fin de semana, lleno de cosas que llenan, la panza, el corazón y mi libro.

Muero por dar un abrazo. A eso voy.

J