6.4.07

La importancia de llamarse Saúl


Lo convertí en un genérico. Teniendo en cuenta experiencias de amigos (y más de una, posta) concluyo que TODOS los “Saúles” traen problemas.
Convengamos que puede haber Juanes, Ernestos, Albertas o Micaelas, pero viví de cerca algún que otro caso con un tal Saúl, y ya, en esto se basa mi nota.
No quiero que esto se convierta en un listado de bajones y tristezas, sino, en un espacio de reflexión para una vez más concluir que todo pasa por algo.
A mi me tocaron Saúles y hasta por ahí (y no por ahí, 100% seguro) yo fui un Saúl alguna vez. Y lo que rescato de todo es que hoy estoy acá, y hasta me animo a decir, que gracias a un Saúl (uno ajjjqueroso, un Licenciado Saúl).
Quiero que este espacio o este momento de pensar transforme esas energías grises que se generaron, en brillo; en celestes, naranjas, no sé, en violetas de los copados.

Esta nota es para vos, para mi hermano sin serlo, para mi compa, para una parte mía, de cerca y de lejos.
Te merecés cosas lindas e infinitas sonrisas, así que si ahora no encontrás las tuyas, te presto algunas mías para equilibrar esa balanza loca que algunos llaman días.

No hay comentarios.: