
Lo convertí en un genérico. Teniendo en cuenta experiencias de amigos (y más de una, posta) concluyo que TODOS los “Saúles” traen problemas.
Convengamos que puede haber Juanes, Ernestos, Albertas o Micaelas, pero viví de cerca algún que otro caso con un tal Saúl, y ya, en esto se basa mi nota.
No quiero que esto se convierta en un listado de bajones y tristezas, sino, en un espacio de reflexión para una vez más concluir que todo pasa por algo.
A mi me tocaron Saúles y hasta por ahí (y no por ahí, 100% seguro) yo fui un Saúl alguna vez. Y lo que rescato de todo es que hoy estoy acá, y hasta me animo a decir, que gracias a un Saúl (uno ajjjqueroso, un Licenciado Saúl).
Quiero que este espacio o este momento de pensar transforme esas energías grises que se generaron, en brillo; en celestes, naranjas, no sé, en violetas de los copados.
Esta nota es para vos, para mi hermano sin serlo, para mi compa, para una parte mía, de cerca y de lejos.
Te merecés cosas lindas e infinitas sonrisas, así que si ahora no encontrás las tuyas, te presto algunas mías para equilibrar esa balanza loca que algunos llaman días.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario