2.1.08

8


Sin la sensación de empezar un año, lo empiezo.
La temporada no ayuda, y se debe únicamente a la costumbre; y una vez más, me pongo a pensar.
Probablemente fue uno de los años más intensos que viví, y por ahí por eso el final me tomó por sorpresa. Aunque, por ahí no.
Quizás por empezar a acostumbrarme, qué sé yo. Por ahí no; nunca hubiese sido suficiente.
Tengo la nostalgia acá al lado y sé porque. Nada tiene que ver el año y todo que ver diciembre.
Mi año empezó brillante. Mi año empezó difícil.
Todos son ciclos y empiezan y terminan en cada vuelta de una glorieta, y de nada sirve conocer su ritmo ni dirección, pero al escuchar silencio, dan ganas de otra conjugación de tiempo y espacio.
No es una sensación común. No la conozco ni reconozco, pero hoy existe en mi.
Me leo y siento ajenas las palabras, y qué bueno, sólo forman parte de un tiempo.
La piel cambia y con ella yo.
La ausencia tiñe meses de un color nuevo, que sé que me acompañarán en muros y techos.
Pero días de sol siempre hubo y siempre habrá.
Los gestos, risas y miradas viven en mi, y no encuentro ni busco razón para que dejen de hacerlo.
Sueño con soñar y seguramente pase.
Sagitario vive en diciembre y yo destilo características.
No hay más que decir, sólo escribir y reconocer, ver y aceptar.
Sacar y dejar entrar.

Por suerte hay letras.
Por mi, palabras.

1 comentario:

juligut dijo...

ja!
thanks!
i'll check on ur web site!
xoxoxox