Vino. Estuvo. Pasó y vivió.
Natural y mente, todo junto.
Fue tranquilo, real y mejor que perfecto.
Fue estar y crecer en el mismo viaje, un viaje de quedarse cerca para irse lejos.
El GRACIAS TOTALES queda chico y no alcanza,
porque el tiempo pide más,
porque los momentos fueron muchos.
Entonces, sin saber mucho qué más decir, me quedo con tu mail, llena de palabras de días de sol.
Te quiero, como sólo a mi papá quiero.
2 comentarios:
yo soy la mama- y se que no es mi espacio este....pero me dio una alegria tan linda el leer esto-
me encanta que tengas un papa asi y el una hija asi, y que pasen momentos intensos asi.-....madre orguyyosa manda besos :)
jajaja!
cómo te quiero mamut!
MUA!
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