
Al parecer creemos que por tratar de ampliar las sensaciones en los últimos momentos, nos llevaremos más.
Pero, quién disfruta más una torta por comérsela toda? Na.
Última noche en casa, y sin darme cuenta, la mía fue hace tanto…
Si hubiese sabido, me hubiera despedido diferente? Hubiera abrazado las paredes? Me hubiese hamacado 7 veces?
No sé, pero al fin y al cabo, no creo que haya ningún momento tan fuerte como las miles de mañanas, las eternas noches en mi cuarto, los almuerzos en el jardín, el sonido a silencio de siempre, los asados, comidas, visitas constantes.
Son espacios que me hacen, me forman, me conforman. Son situaciones que cuento y me cuentan, me describen en rubio y celeste.
Que hablan de mi familia, y la hacen ser de 4 + 2.
Son mascotas, hermanos, colores, abrazos, amigos y sol, mucho sol y verde.
Un techo que cuida, que protege, que da calor. Y que dio, como ningún otro, cosas que ni sueño con que sean otras.
Pocas casas con tanta luz, pocos espacios con esa energía.
Tan pocos, que elijo llevármelos. Los regalo y me los guardo. Poco allá, cerca del río; poco acá, cerquita del sol.
Saber lo que se tiene, eso es. Saber lo que se vive hoy por lo que se vivió ayer.
Todo eso me deja tranquila; me cuenta, a cada rato, lo que de seguro vayamos a tener.
3 comentarios:
estas aca.- y me hiciste llorar sonriendo-...
Ju,,,q escritora...
entro poco aca,,pero bueno, muy lindo.
como dice ma, estas aca, a veces haces falta y a veces hinchas,jeje (ordenando tu cuarto x ejemplo)..bueno..besos y manana nos despedimos de la casa x vos tambien...chauu
Pocas palabras, que al leer ayer, no pude escribir, y al leerlas hoy, tampoco.
beso, abrazo y todo todo todo.
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