27.5.07

Venta de Bazar


Toda la situación me hizo acordar a aquel personaje de Moon Palace y su casa armada de cajas y más cajas de libros.
“No. Los libros no se venden”. Pero ahora me pongo a pensar que las historias no tienen peso, y menos las relaciones que uno genera en su cabeza. Eso se queda conmigo siempre, por lo menos conmigo.
Entradas de cine, papelitos de caramelo, notitas, hilos, florcitas. Yo las guardo. Me ato a ellas como si conservaran intacto el momento, y en realidad, la inteligencia está en encontrar un bolsillo en mi cuerpo donde cargar esos espacios tan llenos de cosas. La inteligencia está en poder llevarlos sin sobrepeso; total, intactos o no, están. Y si mutan o no, ya ni me acuerdo.
Hay miles de Leas girando por ahí, de hecho, creo que me convertí en una.
Más diver es pensar que yo puedo empezar a contar sus historias y que alguien continuará contando las mías.

No hay comentarios.: