Una vez más lo vuelvo a escribir.
Mis aritos de metal quirúrgico son lo más, pero tirada en la cama lista para empezar una nueva nota, preferí sacármelos, y al hacerlo encuentro que uno ya no tiene su tuerquita.
Hueva. Tendré que buscar otra que encaje perfectamente.
En fin. Vuelvo a mi, me busco y busco en mi memoria de los últimos días y de los últimos 25 años para dejar nuevas letras en el papel.
Me meto en mi para pensarME y ahí está. Entre 2 de mis atributos, la tuerquita deseada.
La reflexión mueve montañas. Gracias.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario