4.5.07

De los muchos significados de SIEMPRE ES HOY

Hoy vuelvo a escribir de mí.
Escribo de esos días que son mes pero que se convierten en otro día más.
Escribo porque tengo una hoja, porque mis dedos se mueven, y porque mis adentros me reclaman.
Escribo acerca de todo y en realidad acerca de nada. Divago y cavo bien profundo hasta encontrar lo que en realidad quiero decir. Pero esas cosas sólo se dicen, o en realidad, sólo NO se dicen.
Entiendo el por qué del asunto: El hoy se vuelve tan fuerte que se traga el mañana haciéndolo propio y llenando de pretérito las horas de este día.
En el fondo encuentro lo que vine a buscar, tengo lo que quiero y sé que hay días que son meses, que son momentos tan intensos que dejan de serlo, para convertirse en puntos de partida. Pero hasta llegar al fondo, me atravieso, y al hacerlo, a veces me rompo y me figuro como una porcelana; débil, frágil, suave.
Es tan fuerte el choque que quiero ser yo de la forma más pura, y a la vez, dejarme ser, para tomar de la circunstancia ramas para crecer.
La respuesta está en mi, porque de mi habla el hoy, porque soy yo la que lo vive. Y esa respuesta me dice que en ese atravesarme, mejor dejarme caer, porque sino los roses serán duros, y porque al fin y al cabo, sé que en el fondo encuentro lo que busco.

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