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3 horas de diferencia, por lo cual mi cumple empezó a las 21 hrs de este lado del continente y terminó, obvio, 27 horas después.
Llamados destaparon el festejo que dejó pocas horas de sueño. Despertador convertido en Celu nuevo, convertido en bichito naranja, por el que muero de amor.
Al y Luis abrazándome de regalos.
Mensajes porteños con formas de paquetes. Todos acá presentes.
Día de trabajo cero trabajoso, intercaladísimo por llamados de larga distancia y con almuerzo multitudinario.
Tarde tranquila, que se convertía en espera de algo grande, sin saberlo.
SORPRESA! Y la casa llena de gente, globos, serpentinas, piñata, vasos y platos rosa pastel, princesas, pasteles, regalos y MILES de miradas con brillito.
Feliz de estar, feliz de que me pase, feliz de que me rodeen ellos. Feliz, feliz, feliz.
Gracias… muchas…