15.10.08

Si

Recorriendo vidas de cemento llevaba conmigo, además de pañuelos, una ansiedad teñida de esperanza.
Ellos caminaban delante por un lugar ya visto. Yo, por un lugar que no reconocía, y detrás de ellos me lavaba los ojos.
Fue largo, en pasos y en recuerdos. Esta vez si eran recuerdos pero aún no estaba segura del todo.
Era un deseo de niña en un cuerpo de alguien como yo.
Era un no creerlo, porque no lo creía y con eso bastaba.
No porque no quisiera, más bien porque mis latidos me desconcertaban y porque las imágenes que sólo veían mis ojos eran tan claras, frescas y vivas, que no había chance de que la respuesta fuera otra.
No había música pero si la hubiera habido probablemente sería un tango; pero de los tristes.
Necesitaba la respuesta y ahí estaba quieta y viva a la vez, pero estaba.
No era la que quería, pero era la que necesitaba.

Es y fue otra primera vez.
Y qué del orto.

2 comentarios:

iris cielo dijo...

no se de que hablas....y capaz sea de cualquier otra cosa-..Pero lo cierto es que te leia y solo pensaba en el dia que fuimos al sitio donde ella esta ( esta?) y estara....y esta con el.
Ese sitio que no quiero nombrar aca, porque la palabra que da nombre a ese lugar es una palabra demasiado dura si la comparamos con los cascabeles que tu abuela llevo siempre consigo colgados de su sonrisa.....
releo tus palabras y si....confirmo que hablas de ese dia.tan necesario.y triste y necesario y triste y necesario y mil veces lo mismo....y te quiero tanto mi nena.

juligut dijo...

:)
me dio más escalofríos q haberlo escrito.
te mando un abrazo ahora