
Si me hubiese acordado mientras hablaba con él, de todas formas no le hubiera dicho nada, pero no sé por qué hoy me acordé.
Él me contaba de sus planes y deseos, y de los de ella, tan distintos a los de él.
Él se sentía tan igual a un agosto que hasta me aburría leerlo y releerlo.
Su angustia era real y antigua, una angustia que lo había acompañado en cada mano que había agarrado antes; y de todas formas, yo no quería más que despertarlo y hacerlo reaccionar.
Hoy pensé que alguna vez esa mano fui yo. No con él posiblemente, pero fui yo.
Las razones fueron otras y fueron las mismas; los porques algo similares y la situación tan diferente que no dejaba de parecerse.
Hoy pensé que no hay razones, ni situaciones, ni porques que expliquen nada. No busco la razón, sólo examino el momento; sólo lo vivo y lo recuerdo para que viva siempre en mi y entender que lo de ayer me hizo viajar hasta este hoy.
No tiene mayor sentido que el que siento en la piel hoy, y no hace más chico al de ayer, sólo más lejano y algo distinto.
Mis letras no cargan melancolía; tal vez alguna que otra expresión de lástima en sus rostros. Pero la lástima es de ellas, o era mía y ya no más.
Mis verdaderas letras mías, cargan verdades y una historia que la cuente la piel o las manos, pasó y pasó.
2 comentarios:
un día tu mano me agarró,
y me hizo reaccionar.
y me llevaste de la mano hasta tu mundo.
Y ahora estoy acá.
escribiendote.
you did it.
i did it.
thanks.
i love you
11
besi hermoso.
buen viernes :)
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