Algunos días, como decía Peña, empiezan desde las 6 de la mañana y sabés que serán fabulosos. Peña no habló de los otros días, así que hablo yo.
Son días de espejos. De ver hasta donde no se ve y de sentir esa "peste" en otro lado, que nada tiene que ver con la garganta.
No es todo tan terrible, pero qué del orto se siente.
Y si, ninguna princesa, y ninguna timidez.
No ñoquis. Hoy es uno de esos días en los que entiendo a Drexler y digo, SIEMPRE voy a estar de visita. SIEMPRE.
((de un día no tan bueno, que contrastará con los lindos, lindos que vendrás mañana))
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2 comentarios:
A pesar de que discrepo con la galletita china, paso a sentirme identificado con el post "Flash y back"
te mando un beso grande
No es sólo el mail; es que vuelven los fabu.
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