Palabras más, palabras menos

Disfrazado de palabras salís a caminar y recorres verdades de patas cortas.
Vestido de creencias, hasta te las creés y las predicás con un ejemplo que no muestra más que lo contrario.
Con luz de tarde y luz de noche, te veo y no lo creo. Te leo y lo creo menos.
Dibujado en el papel y dibujado en la piel me creo loca, me creo cierta, me creo la misma yo de siempre.
Tal vez la mentira se convirtió en verdad o mi verdad se desvistió tanto que al verla desnuda no la reconocí.
Tal vez cambiaste tanto y cambié tanto que hasta dan ganas de sonreír al ver el reflejo del espejo.
El pelo crece y aparentemente las patas cortas también; pero no las mías.
Lo entiendo, porque “entiéndome” tanto que me la creo. Me creo una misma verdad de una mentira de lo que soy.
Si todo se entendiera en pocos pasos, hasta olería a la verdad, hasta degustaría a la mentira.
Si en cada esquina encontrara el sol, la luz sería tanta que te evidenciaría desnudo y me descubriría desnuda. Pero eso nunca, ni hasta desvestida.