Sin temperatura

Estaba pensando que un equilibrio puede desequilibrar un sistema de equilibrios perfectamente desequilibrados; y entendible o no, me dejó tranquila.

Podría hacer una lista del tema que elija, o podría estornudar 3, 4 veces seguidas, o podría escribir acerca de los miedos que últimamente imagino, pero en vez de cualquiera de las anteriores, mojo mis labios y pienso en papel.

Mis pies sueñan con la arena y las puntas de mi pelo, ya sienten que el mar volverá a cambiarlas de color otra vez más.

El día es un libro con hojas de periódico que cuentan lo que ya sé y me informan cosas increíbles.

Las fotos afirman, mis letras tratan de explicar y vos, (con tus infinitas formas) con tus palabras invisibles, aclarás lo que una imagen jamás podría; pero sin embargo no te entiendo.

No vale empezar a soñar antes de estar durmiendo. Vale que sea imposible convertir una realidad en sueño.
Vale que valga madre y que valga mil.
Me lo dijiste y lo veo: no entiendo la simpleza. Tal vez sea mi gusto o necesidad de leer historias lo que me invita a escribir un cuento en cada palabra.
Tal vez sea esa enorme red de posibilidades que no me deja con el culo en ninguna silla.
Se viaja todos los días, hasta cuando escribo con mi cabeza en la almohada.

Quiero que sepas que...

Me genera mucha violencia que porque te hayas casado, te vistas como señora.
Me deprime.
Me da piel de gallina.
No lo entiendo.
Y te veo el culo más caído que nunca.

Fiuf...
Ahora sí, queda 100% descargado el hecho de que la puta junta de las 6 pm me deje hoy martes, sin clase de costura.