Atte.

A veces me hago preguntas que siento que no debería hacerme. Y no porque esté en contra de las preguntas, todo lo contrario, sino porque creo que deberían a esta altura, ya tener respuesta.
Algunas son preguntas acerca de las ideas que tengo de las cosas, acerca de cómo quiero y prefiero y elijo encarar una historia.
Otras, son acerca de concepciones, de visiones, de perspectivas y de nociones, que de cerca parecen tan claras y que al moverme y tratar de agrupar, la nitidez desaparece y quién sabe donde me encuentro…
Son momentos que no se. Son cosas que tal vez. Son espacios borrosos. Son enunciados que sonaban lindos pero no.
Y como dije mucho esta semana, lo que lo hace más difícil es el corto apoyo y el no apoyo. El saber que a veces me siento en paz y que otras no encuentro una sola almohada en donde descansar mi cabeza.
Triste que así sea, pero así es. Así lo veo días como hoy. Y hay otros en los que no, pero acabo de decidir no olvidarme de estos.
Así que después de tantos versos no puestos, pero si escritos, dejo este, que siempre estuvo en mi memoria, y hoy lo leo en el papel.

Se largó

Y no porque se haya ido, sino porque desde que abrí los ojos hoy, la cortina que daba un tono diferente a la mañana, siguió y siguió.
Por fin me puse el gorro seco. Me encanta porque me deja ver la lluvia sin que me pesen las pestañas, cargadas de gotitas de luz.
Me encanta porque deja que mi pelo siga siendo el mismo, y no se adapte a los deseos de las nubes.
Tanto me encanta que viajó conmigo en auto y hasta subió a trabajar.
El ritmo y la intensidad gritaron por horas, que ese iba a ser el paisaje del día, pero me sorprendieron y me regalaron otro distinto, que me encandiló el brillo del pelo, y hasta los árboles de enfrente.
Ojalá vuelva a llover, porque el aroma pinta de un color a viernes, todo el viernes. Y esas ganas de estar metida en la cama mirando al horizonte lejano, me permiten mantenerme acá, deseando llegar allá.

Y volviendo a terminar la tarde, mis letras se hicieron aire y se escucharon, porque el cielo volvió a cambiar de color para combinar las montañas perdidas a lo lejos.
Ganas de fin de semana brotan de las vías del tren y los planes no paran de llenar las horas.
Ganas, planes, pilas. Copado.
Hola finde. Gracias por venir.

iiiiiiiiii

Cuando nos encontramos se crea luz nena. De verdad.
Como te dije, necesitaba mucho ese espacio y aunque no lo creí así, llegó en el momento justo.
México ganaba por 2 y yo disfrutaba de la lluvia, de la cama, del descanso y de vos y tus palabras.
Te escuché como hacía mucho que no hacía y tus palabras me aliviaron tanto al calmarme como al hablarme de vos. Y gorda, me di cuenta de cómo me es imprescindible el escuchar tu vida desde acá. Me calma la mía, la completa y la vuelve original, siendo como siempre fue.
Fue un volver a casa, a la que hicimos vos y yo, con tantas vueltas, desencuentros, sonrisas y sobre todo abrazos de miradas.
Me sentí con vos, a unos pocos kilómetros, justo antes de un “dale, voy para allá”.
Y aunque no terminó así el día, mi tarde-noche con vos fue 100% estrellada.
Te quiero gor, y si pudiera, también te mordería, y esta vez, hasta te robaría un pedazo.

Definitivamente definitivo

Es el último.
Fue el último.

Pausa

A veces pienso que debería dejar de escribir. O hacerlo para mi. O primero pensarme y después volcarme en la hoja.
Esa sensación de total arrepentimiento, me genera una angustia única, como la lluvia de hoy. En cascada, en degradé. De a poco y bañándome hasta llenarme de esas ganas terrible de tragarme mis letras.
Pero a la vez, pienso que la que escribe soy yo, que me gusta hacerlo y que más allá de los destinos, es un regalo para mi. De mi hacia mi.
Triste. Triste arrepentirme, triste no haber querido escribir nada.

Como dije, ayer no, hoy si publico.

Mil

Mil para escribir y no pienso hacerlo hoy.
Mil para publicar y no voy a hacerlo.

Te de teléfono

Estos son los momentos del día en los cuales escribir me brota de entre los dedos.
No porque lo busque, sino porque las letras me encuentran a mí. Salen de tus mensajes, de tus palabras, de tus decires en sueños, de tus llamados perfectos.
Salen y me escriben el día con notas altas que componen un cielo despejado que miro desde la ventana.
Me dibujan sonrisas en la espalda y caricias en el cuello, debajo de mi pelo despeinado de vos.
Entonces nos elegimos. El escribir me elige a mi y yo lo elijo a él para decirte, otra mañana, que me encanta verte al abrir los ojos.

Los visitantes

Se acercan los días. Las noticias corren. Los datos no cambian y mi sonrisa crece.
Vienen. Dentro de poco estarán acá. Viviendo y conviviendo conmigo.
Las calles, las noches, las mañanas, las comidas, los espacios de casa, los silencios, las miradas, los abrazos. Todo. Todo eso que tanto extraño y que tanto forma parte de mi realidad real, de mi raíz.
Es una emoción fuerte, diferente a las pasadas. Es un visita distinta.
Ale. Vivir esto con Ale. Tanto lo necesité y hoy es.
Rah, conocerla y ver eso que tanto imagino.
Ma. Conectar en vivo y en directo y que me vea. Que vea esto que tengo hoy. Que exista en otro lado que acá, que se comprenda, que se lea en español.
Se acercan los días y ya los cuento, tachando uno por uno los segundos y viviendo al máximo los momentos.
Ya llega. Ya casi llegan.

La torta de la frutilla

En México torta es sándwich y para Mati, el biscochuelo se posa sobre una fresa.

Los boxeadores creerán que la valentía consiste en no correr la cara y en poner el pecho a la hora de recibir un golpe. Yo no. Yo creo que consiste en reconocerse, mirarse al espejo y enseñar el reflejo.
Te admiro, te felicito, te aplaudo, te elogio, te miro, te observo, te río y te regalo miles de lágrimas de alegría, porque como ya sabés, sos mucho.
Un pequeño paso para la humanidad, uno enorme para vos.
Besi pie grande.

Estacionarse

Cada sitio tiene sus reglas y en cada espacio hay lugar. No se corresponden, se extrañan y añoran su presencia, pero se disfrutan a ellos mismos en forma de flor, de agua, de nieve o de viento.
Son amores de meses, fuertes como la luz, e intensos como lo oscuro de las tardes. Son cortos y largos, porque son ciclos completos, que completan la temporada de soles, de 122 soles.
Hoy se juntan el invierno y el verano, porque los junto yo, porque en mi se cruzan. Elijo traer el calor de las bufandas y el frío de las despedidas, robando todo lo cálido de algún abrazo.
Se fusionan, y al hacerlo logran viajarme a un espacio atemporal, de temporales y tormentas de horas, de lugares y de momentos. Una mezcla de cosas que vivo y otras que recuerdo.
Hoy termina. Hoy empieza. Hoy se mezcla y yo, inmersa en el remolino de mis días, cierro los ojos y recibo la caricia del viento.

Raíz

Los orígenes residen, yacen ocultos y trepan vivos por las ramas de las historias que cuentan los días.
Son características que describen el andar, la risa, la mirada y el latir de las percepciones.
Rodean y se transforman en aire, el mismo que respiro, se hace mío y vuelvo a dejar libre, empapado de mi y de mi sentir.
Vuelco andares en el paisaje, y son tomados, a veces como ejemplo, a veces como excusa. Pero se respira y pesa.
Si vuelve, reconozco ese aire, y feliz, vuelvo a adueñármelo y a disfrutar de mi puesto de dueña.
Si respiro de tu aire hoy, es porque me enseñaste a hacerlo, y las burbujas que dejo flotando, te las debo.
Al abrazar mi andar, abrazo el tuyo. Al mirarme, te miro, y al hacerlo, te siento acá.

A mamut.

Boleto con destino a mi

Miro y veo más que lejos, más que vista y más que paisaje.
Veo que todo llega, que todo llegó. Que falta mil por llegar y que por suerte, desde acá lo veo venir.
Veo el monumento desde la ventana, y eso me deja observar que alguna vez lo quise, y hoy lo tengo acá en frente. Y por otro lado, también me deja entrever, que un día ni soñaba con él, y que al tenerlo acá, me dejó enseñando una sonrisa nueva.
Hay mucho nuevo en mi observar, y lo mejor de todo, es que hay mucho nuevo por aún ver.
Los paisajes pueden cambiar o pueden ser siempre los mismos, pero MI paisaje cambia, manteniendo siempre una misma dirección. Y allá voy.

Lunes otra vez, sobre la ciudad

1 semana y 1 día que no publico. Es que volver a trabajar fijo no es poca cosa.
No lo había pensado, pero desde hace 1 año aprox, que laburaba por mi cuenta, y si es distinto.
Desde la posibilidad de estar en pijama y acercarme a la heladera cuando se me canta, hasta darme cuenta que no estoy sola en mi cuarto, sino, rodeada de gente; de gente buena onda.
Está copado. "Copetti, diría mi dups!".

Quiero que venga mi mamá. El sábado extrañé Mi Buenos Aires Querido, al punto de querer ir a abrir la botellita que le di al gorrrdo de regalo, y sumergirme en ella. Pero la tuve en mi. Recorrí sus espacios en mi cabeza y fue un lindo paseo.
El domingo, disfruté de Guadalajara una vez más y me reconfirmé. Si. Acá quiero estar.
Lo que si, prox finde, a caminar Chapultepec por la tarde.

Nunca no escribo de vos, porque con vos vivo y convivo.
Fue un lindo finde. Bebés y whisk-colas. Santos amigos. Salidas y sueños. Silencios y nuevas charlas.
Besos y lluvia y entonces, más besos.

Crónica de algo que quiero crónico

El fin de la semana le da comienzo a otra. Y la siguiente sólo empieza bien, si la anterior tuvo un final feliz.
Mañana empezará una semana de aquellas. Lo sé porque los días que pasé desde recorrer las góndolas en busca de más placeres, así lo fueron.

Los panchos saben más ricos si son hot-dogs y si vienen acompañados por la mejor compañía, todas las estrellas y un increíble postre.

La ropa limpia siempre huele mejor, si sólo se la recoge y se vuelve a casa para que te preparen chilaquiles verdes con uvas verdes (y sin carozos) de postre.

En las siestas sólo descanso si vos y yo descansamos sin dejar de estar juntos, porque queremos seguir estándolo en cada vuelta del colchón.

Volver a ver una peli sólo se torna atractivo si al mirar a un lado te veo y puedo tomarte una foto.

Tacos, ensalada y galletitas con leche sólo se recomiendan en el único caso de contar con 2 metros cuadrados de colchón, un atardecer celeste, y caricias de película (porque nunca lo dije, pero si lo son, casi irreales, siempre perfectas).

Seguir en la cama, sin cambiarse de ropa ni atreverse a peinarse, siempre es bueno. Pero elegir hacerlo es lo más. Los padrinos mágicos y la magia, que nos viste y desviste.

Ver una peli mala, es genial, siempre y cuando sea acompañada por ron, vodka, jugo de naranja y coca.

Ver una hamburguesa en la tele es algo grandioso. Solamente, si al terminar el trago se recorre la ciudad por una. Unas. Descubrir que el Burguer abre hasta la 1, es aún mejor que haberse decidido a ir.
Disfrutarla como si no hubiese comido. Disfrutarte como si no te hubiese visto. Verte y verte más. Y verte más de cerca.

Ver otra peli mala, suele ser la mejor decisión. Siemrpe y cuando sea la excusa perfecta para poder intercalarla con besos y con miradas que sólo se cuentan en mi.

Dormir. Y dormir más y despertarme para darme cuenta que es aún mejor de día. Eso… 11 puntos.

Decidir no bicicletearlo más e ir a biciletear. Grandioso. Animarme, con vos, y volar sobre ruedas, con miedo, y lo mejor… disfrutarlo.

Comer chilaquiles de nuevo. Darme cuenta de que también saben ricos en un bar perdido en el tiempo. Saber que mejor espacio que ese no hay, porque es el nuestro. Perdido para nosotros.

Bajo ninguna circunstancia, dudar en caminar, recorrer, ver, elegir y decidir, porque estaré segura de que vendrán pláticas de la mano.

Qué mejor, después de todo lo anterior, que ver otra peli, en el cine, en un viejo cine, en un nuevo cine para vos y yo. Se disfruta, la disfruto si y sólo si, voy con vos, porque te miro y sé que sos vos el que está al lado y porque puedo decir lo que me sale, porque así me siento.
Y vuelvo a sorprenderme, pero así me sale.

Llega el final del finde. Compu, guitarra, cierre de domingo y apertura a lunes.

Y me despido de este post, contenta y tranquila sabiendo que los panchos saben más ricos si son hot-dogs y si vienen acompañados por la mejor compañía, todas las estrellas y un increíble postre.

Posta. Que sea crónico.

Pasos

Te escribo cuando te escribo, y cuando no lo hago, también te escribo.
Porque escribo por los dos, y al hacerlo, marco el recorrido de esos pasos que como dijiste, sólo los damos si somos los dos.
Ser para vos eso y más, me deja saber que te enseño de vos, y que me enseñás de mi; vos con tu andar y yo con el mío.
Mis letras te las debo cuando así ando, cuando así escribo.
Mis pasos, te los comparto, porque el ritmo se marca solo, sólo si lo marcamos caminando.
Y sin decir más, te doy la mano y me tomo de la tuya, sigo tus pies, y espero que sigas los míos, y citándote te doy dos besos, uno por vos, y otro por mi.

Rosa Pastel

Que te lleven un Lunch a la puerta del trabajo, que te llamen y te hagan salir para buscar "algo", que te sorprendan en un momento realmente insesperado, es (PARA CUALQUIERA) causa de derretimiento corporal. Aunque el clima esté a 2 grados bajo cero en pleno Montevideo.

"Ah ah ah ah el amor, es rosaaaaaaaaaaa.
Ah ah ah ah el amor, es lo que mueve mis pies."

Ensalada de sensaciones

Mejor título no podía existir, y no es mío, es tuyo,
pero me lo adueño, porque como vos bien dijiste, es lo
que desayuno últimamente; desayunamos.

Rara por momentos. Maravillada por otros.
Sola. Más acompañada que nunca.
Con ganas de salir corriendo. Ganas de quedarme a
vivir.

Son palabras como pocas. Como esas que cumplen la
difícil función de llevar a una hoja en blanco, algo
que hasta cuesta sacar de la garganta.
Sin verme, sin olerme, sin sentirme, sin hasta
escucharme, me ves, me olés, me sentís y me encontrás.
Ahí, nadando en esa mezcla de momentos, en esa suma de
conceptos que sólo se crean si hablamos vos y yo.
Y creéme que lo hacemos, porque tenemos esa ventaja,
ese talento, ese don de comunicarnos con fronteras en
el medio, porque ellas fueron las que nos juntaron.
Y acá estamos, en espacios distintos y en el mismo
lugar. Vos acá y yo allá.


Respuesta. No sé si esto funciona como tal, pero lo
que te digo yo, es que después de esas letras, mi
respuesta fue una sonrisa que se comió la tarde.
No pasa día en que no deje de sorprenderme de esto. De
este amor de hermanos sin sangre, de siameses sin
unión física. Posta. Neta. No pasa día Nick.

Volver a mi

Robo letra y pongo parte de la mía.
Ningún libro ni ninguna peli cambia la vida, pero si me deja pensando; y está claro ya que la segunda nota del día y las 2 hablan de pelis.
Me contaron un secreto que podría haberlo contado yo, y eso me deja ahí… no está tan copado. Pero, lo bueno es que lo vi y que quiero volver a mis orígenes. A las cosas que me gustan, que quiero y a esas que me llevan por ese camino, las que me hacen andar y no las que me corren a un costado y me dan una cachetada que me deja mirando a quién sabe dónde.
De a poco, porque ya lo dijo Mamut, hay procesos y deben respetarse, pero a eso voy. Por mí, por mi alrededor, por mis ganas, por mis deseos. Porque quiero y lo elijo.



Hola Ju. Wellcome home.

A rogar por más

El tema de la arrogancia es un tema bastante controvertido y difícil de concluir.
Lo que hoy concluyo yo, es que los diccionarios, en este caso, le agregan un valor agregado (si, otro) a los significados.

Busco y encuentro lo siguiente:

Arogancia
1 f. Altanería, soberbia o sentimiento de superioridad ante los demás:
le contestó con arrogancia.
2 Valentía, decisión:
su arrogancia ante el peligro me fascinaba.

Y lo que a mi me resulta fascinante es que tal palabra tenga esos significados que se plantean acá.
Sumamente… ARROGANTE.

DOGVILLE. Fabulosa, realmente una pinturita, como podría decir Klemm. La había visto hace ya unos años, y hoy, en una tarde de un calor sofocante y en un espacio donde abunda la escenografía, nos deleitamos con tal obra de arte.
Larga. Lenta. Llevadera. Narrada. Especial. Diferente. Miles. Miles de adjetivos podrían describirla, pero yo hablo de los míos. De los adjetivos o sustantivos que siento yo después de ver una peli así.
Me encanta. Me fascina darme cuenta (otra vez más) que hay muchas maneras de contar historias, que si se puede hablar de algo de un modo diferente, que existe gente talentosa, que no se necesita más que pilas, ganas y talento (ok, ok… no es poco… ok) y q… WOW (Abue, esa expresión va para vos).
Escribo con la calentura a flor de piel, de haber visto algo que me levanta, pero no por el tema en si, sino, por saber que el mundo gira y yo me muevo, y no me bajo nada!

Y para quienes me dicen que no voy a misa los domingos, acá tienen; mi propio templito, acá en casa.

Crónicas de una tarde de tequila

Que por qué brindé?
Por más tardes como esas.
CHIN-CHIN.

Carrrne

Peor que La Sarli, posta.
No me reconozco, y no sé si mi cabeza, mi estómago (1 de los 4) o mis ovarios, me piden más y más; y yo como.
Paradójico lo mío, venirme al lugar del chile y el mole a pedir un bifecito, pero… ya lo dijiste vos Gor (y yo), James Dean, un poroto al lado mío.
Rebelde sin causa y así voy. Salmoncito de tierra, que berrinchuda o no, quiere y mucho.

Llorona

Lo dijo con la mejor voz que podría haber sido dicho:
“Las ciudades matan las costumbres”.
Sonó duro, nostálgico, y sobre todo, cierto.
Si Chavela lo dijo, fue porque así lo ve, pero yo, entre aplausos, gritos, oscuridad y ruidos que definitivamente no eran del teatro, me quedé (una vez más) pensando.
No las matan, crean nuevas. Al fin y al cabo son ciudades. Nuevos poblados con nuevos poblanos, que eligen vivir de otra manera y crean sus rutinas.
Ni chicha ni limonada, ni vivir en el campo sin luz ni agua, ni disfrutar del smog. Días de campo, de sol, de playa, de ruido, de Calle Corrientes. Si. Si. Y más si.

Ando refutando, ando buscándome, ando viendo qué. Y no necesito más, porque hay mucho alrededor y me da tanto…

El extraño mundo de Jack

A diferencia de él, creo que el mundo se siente más chico porque se llenó de cosas.
Ni malo ni bueno eh? Una simple reflexión de un martecito de noche, de tarde de cine, de charla y de espacios.

*algo más:
“todo lo que diga está de más, las luces siempre encienden en el alma y cuando me pierdo en la ciudad, vos ya sabes comprender, es sólo un rato no más”.

Para vos, porque sabemos y (aún mejor), nos sabemos.
Y como te dije el otro día entre humo, poca luz y olor a ron, lo mejor de todo es que me gusta lo que veo y lo vuelvo a elegir.
CHU